Ser Merced
Merced es ser María,
Pródiga de ternuras humanadas,
Que rescata miserias escondidas,
En prisiones ocultas y calladas…
Merced es ser ternura,
Dejarse acunar por tu mirada,
Y tocar el dolor de los que sufren,
En gestos y caricias prolongadas…
Merced es poner el corazón,
En el que tiene marcadas tantas llagas,
Y vendar con la miel de la acogida,
Su dolor hasta borrarlo de sus caras.
Merced es dar el beso de la brisa,
En rostros que las lágrimas desgarra,
Y cambiar el rictus dolorido,
En sonrisa de confiada calma.
Merced…¡Oh Madre mía!
¡Merced es dejarte vivir en nuestra nada!
Dejar que nuestros brazos sean tus brazos,
Prolongación de ternuras en el alma
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Pilar S.