Recordar y celebrar la fiesta del padre Zegrí, su gran humanidad reflejada en el hoy de nuestra casa y misión, llenó nuestro día de gozo. Tres días antes introducimos la motivación litúrgica, preparamos los sentimientos y los pensamientos en un movimiento de cariño agradecido, nos uníamos así a toda la congregación, en un mismo corazón y una misma alma en torno al Padre Zegrí, que 133 años después, cumple su sueño de ver la congregación unida en torno a él en Dios por Dios y para Dios.
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