28 de septiembre una fecha para recordar…
Hace 50 años un 28 de septiembre, sor Ana decidió decir si a Dios para siempre…Dios se convirtió para ella en su príncipe azul
Montilla, tierra de gran hondura humana, donde sus gentes saben querer y crecer, saben darse a sí mismas, cuna de grandes personalidades y santos…Es el encuadre perfecto donde brota su rica personalidad: Recatada, prudente y sencilla, adornada con una gran madurez…Ha sabido ser de Dios y para dios en un contexto de Merced, de dádiva generosa en los distintos destinos en que ha sido enviada…difícil equilibrio entre el vaivén de lo que pensamos y decimos los hombres en el mundo, ella es ”caña a la que no mueve cualquier viento” de ideas solidas y gran riqueza de corazón, ha sabido dar a su vida coherencia y sensatez, haciendo crear a su entorno el suelo firme, en el que los “pajarillos” puedan descansar de sus vuelos, sabiendo, que no se resquebraja, por el dime y direte de comentarios fáciles…
Seguro que ese rico ser personal, es también reflejo de la educación y el gran cuidado y tesoro de unos padres a los que tu siempre has admirado
Nos sentimos muy agradecidas en la comunidad, y seguro mucho más en la congregación por contar con su presencia siempre cálida y humana, en nuestra vida.
¡Gracias sor Ana! Por ser ejemplo de solidez humana y vocacional, Que el Señor que te eligió siga acompañando y alumbrando con su Espíritu todas tus acciones, decisiones y vida en general en bien de la congregación y sobre todo de ti misma.
Grupo de trabajadores/as que celebraron ese día con nosotras .