Semana de pasión y Pascua en la Rambla |
Martes santo...
La estación de la penitencia, merced y caridad recorre las calles,
sembradas de silencio, sembradas de oración...
sembradas de silencio, sembradas de oración...
Asomada al balcón de su figura.
El asombro hecho sorpresa, ahonda en mi interior...
Los jóvenes y niños te llevan en silencio a ti Señor.
En la pequeña cruz, tu imagen:
¿ Les llega al corazón?
¿Te sienten?
¿Se dejan penetrar por tu experiencia?
¿Atisban los reclamos que proyecta el Padre en tu pasión? Y mientras discurren en un silencio oscuro por las calles.
El asombro, la incógnita, la duda, invaden mi interior.
Hace frío esta noche, Señor Jesús yacente
y los hombres te llevan con calor,
no les importa que sus pies descalzos
se claven en las piedras del camino,
cargan con tu dolor.
Me pregunto y mi pregunta quema dentro hecha oración:
Deja señor con la huella de tu peso hoy en sus hombros,
herido el corazón de un amor que sirva para siempre
y no sólo para este rato de humilde procesión,
haz que este corto trayecto de sus vidas,
sembradas de misterio;
estén cargadas de sentido de fuego de experiencia,
para que al escuchar el llanto de otros hombres;
sean capaces como tú de ser entrega, de ser pasión.
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