Es de Noche, es...¡Martes santo!.
Es de noche y el silencio invade los espacios,
la gente se ha agolpado en la cadena esperando tu paso
Los Nazarenos caminan a oscuras cual sus ropas
al ritmo de un tañido de
campanas amargo
Es una noche triste, de martes santo…
Reflejo de una intuición que intuye muerte
En una representación de aquél momento
Concentrado dolor de traicionado.
Pasas por la capilla, en esa cruz portado
Sientes los hombros , el calor de su amor
Que roza como un luto el paso de tu muerte
La fuerza de sus manos…
Y entonces…a la luz de las velas en el silencio andando
Se alza la voz directa como un látigo.
¡Santo Rosario! Es por la Mercedarias…
Y miro en derredor buscando a mis hermanas
“En su pasar” de tantos años,
Ojos de un suceder de tiempo contemplado,
Ajadas por la luz ya mortecina del día en el ocaso…
Y en sus líneas los rostros que antes fueron
Fuego de risas e ilusiones amor
vivo entregado.
Por fin te acercan a la puerta, y en su dintel,
María hecha Merced te está esperando,
Para acoger unas flores que compensen
La perdida que has sido en este martes santo
Aupado en los brazos de Rambleños,
Como el más entrañable y ultimo retablo.
Es de noche y el silencio invade los espacios,
la gente se ha agolpado en la cadena esperando tu paso
Los Nazarenos caminan a oscuras cual sus ropas
al ritmo de un tañido de
campanas amargo
Es una noche triste, de martes santo…
Reflejo de una intuición que intuye muerte
En una representación de aquél momento
Concentrado dolor de traicionado.
Pasas por la capilla, en esa cruz portado
Sientes los hombros , el calor de su amor
Que roza como un luto el paso de tu muerte
La fuerza de sus manos…
Es de noche y el silencio invade los espacios,
la gente se ha agolpado en la cadena esperando tu paso
Los Nazarenos caminan a oscuras cual sus ropas
al ritmo de un tañido de
campanas amargo
Es una noche triste, de martes santo…
Reflejo de una intuición que intuye muerte
En una representación de aquél momento
Concentrado dolor de traicionado.
Pasas por la capilla, en esa cruz portado
Sientes los hombros , el calor de su amor
Que roza como un luto el paso de tu muerte
La fuerza de sus manos…
Y entonces…a la luz de las velas en el silencio andando
Se alza la voz directa como un látigo.
¡Santo Rosario! Es por la Mercedarias…
Y miro en derredor buscando a mis hermanas
“En su pasar” de tantos años,
Ojos de un suceder de tiempo contemplado,
Ajadas por la luz ya mortecina del día en el ocaso…
Y en sus líneas los rostros que antes fueron
Fuego de risas e ilusiones amor
vivo entregado.
Y entonces…a la luz de las velas en el silencio andando
Se alza la voz directa como un látigo.
¡Santo Rosario! Es por la Mercedarias…
Y miro en derredor buscando a mis hermanas
“En su pasar” de tantos años,
Ojos de un suceder de tiempo contemplado,
Ajadas por la luz ya mortecina del día en el ocaso…
Y en sus líneas los rostros que antes fueron
Fuego de risas e ilusiones amor
vivo entregado.
Felicidades...Cuanta profundidad significativa tienen los poemas, denotan mucho sentimiento...
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