Iniciar la vida año 2017
Comenzar un año nuevo, en nuestra Vida y en nuestra Residencia
de la Rambla, en éste contexto entrañable de vidas concentradas en nuestro hogar, lleno de calidez y espacios abiertos, de flores y libertad.
Es abrir la vida a lo insólito y sorpresivo, a
lo nuevo y a lo misterioso, a aquello que nos deviene y de lo cual no tenemos
idea; pero de lo que si estamos seguras es de que vendrá jalonado de un variado programa, que nos permitirá sentir
la brisa del mar, el canto de los pájaros en campos de olivares, en comidas alegres a la luz siempre hermosa del encuentro, el
servicio el cuidado y la alegre compañía…
todo en función de nuestros mayores.
Nuestra casa, contiene en si todos
los sueños, vivencias y recuerdos, Amores vividos, amores marchados, sueños cumplidos y esperanzadas presencias en ésta larga experiencia del discurrir diario, en éste crescendo paulatino e inexorable
de los aconteceres…
Nuestra Residencia, encierra en cada rostro,, una historia, en cada rictus una huella y en cada sonrisa un temblor.
¡Entremos a la epifanía!
Comenzamos el año con la adoración de unos Reyes que saludan a ésta entrañable pareja de Ancianos representando a María y a José en aquél pesebre, ¡gozosa sorpresa la de ser objeto de admiración y adoración en su hijo Jesús!
la luz del Dios que se hace estrella en los Reyes Magos en Jesús nos alumbra y nos vive.
Como la primavera en sus brotes, despunta en el alba de nuestras fiestas éste nuevo año, que comienza con un Dios que se hace con nuestra carne frágil para asir la
nuestra y darnos a conocer que toda la fuerza de su creación derramada "en la fragilidad"
La Eucaristía, celebrada por don Carlos que en su fervor enamorado nos habla de la ternura de Dios.
Las Eucaristías dan vida y alimentan nuestros domingos y fiestas más significativas.
Merienda con chocolate
Pequeños acontecimientos alegran nuestras tardes, de terapia ocupacional, que rompen la rutina diaria para ofrecernos un sabroso chocolate con churros.
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