Estos días de entusiasmo por la llegada del Papa, hemos disfrutado como congregación de Hermanas Mercedarias desde nuestro pueblo de la Rambla, la comunión gozosa con nuestras religiosas y jóvenes venidas de otros países a conocer donde se inclinó Dios, para llamar e inspirar nuestro carisma, en la persona del Padre Juan Nepomuceno Zegrí Moreno. En los distintos videos, se nos comunica la “sana alegría” el distintivo de nuestra índole como Merced para el mundo, también el servicio, la amistad, le entrega…¡Cuánta riqueza encierra nuestro carisma!
Entre tanta polémica por el anticlericalismo, nosotras acogemos al Padre en la fe que nos visita, para revivir lo que nos une: ¡Jesucristo! el que nos congrega nos anima a seguir siendo creyentes con una fe sólida que robustece la persona y da un sentido a esta existencia
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